Me duele echarte de menos.
Todavía quiero mimarte cuando llego del cole, y que me ronrones en los brazos cuando tengo días malos.
Bubu era mi freno cuándo iba a toda velocidad, era tranquilidad cuándo yo era pura inquietud y miedos.
Pero al fin y al cabo mis miedos se transformaron en verdades.
Nadie puede prometerte que si está hoy, tambien lo estará mañana.
Pero ningún razonamiento me va a quitar las ganas de que vuelvas a estar acurrucado entre mi cuello y mi pecho.
Porque pensar y aceptar ciertas cosas hace que duelan menos, pero ni él tiempo lograra sacarme todo lo que todavia te extraño y te quiero Bubu